“Estar en el negocio me renueva”

Con 48 años de trayectoria, Diosma González es marca registrada en la ciudad. Su Centro de Belleza de la calle Sarmiento al 500 es el paraíso de las mujeres: allí entran y salen renovadas de pies a cabeza.

1-¿Cómo empezás en el rubro?
-De chica, en la década del ´70, empecé en Tapia de Cruz con María Curzi en lo que era Modas Elizabeth. Ahí tenía un lugar para mí en la tienda. Con ella estuve 11 años, después estuve tres años sola en la Rivadavia, casi 19 en la calle Spadaccini y acá llevo como 13. En total, son 48 años de trayectoria.
2-¿Por qué el nombre del local?
-Porque es mi nombre de pila y también el de una flor. Siempre se llamó así el negocio, ahora le puse “Centro de Belleza Diosma”.
3-¿Cómo fueron los comienzos?
-Mi mamá siempre tuvo peluquería, yo trabajaba en casa y después me fui con María (Curzi). Me hice más conocida y la gente me empezó a llamar.
4-¿Le fuiste agregando cosas al negocio?
-Sí, con los años sí. Antes yo hacía casi todo, después fui sumando gente, como mi hermana y mi esposo, que hace masajes. Le sumé la cama solar, estética… muchas cosas.
5-¿Qué servicios ofrecen hoy?
-Sauna, cama solar, cabina solar, hidromasajes, aparatos de estética, depilación, masajes, maquillaje, pedicuría, nutricionista, peluquería, pies y manos. Tenemos buenos precios, razonables.
6-¿Sólo efectivo?
-También trabajamos con tarjetas y todos los medios de pago.
7-¿Cuál es el punto fuerte de Diosma?
-La peluquería: corte y tinturas. Las chicas vienen, buscan un color y lo hacemos.
8-¿De dónde es tu clientela, Escobar o también de otros lados?
-Trabajo con clientes no solo de Escobar, también de Garín, Maschwitz, Matheu, Pacheco, Villa Rosa, Pilar. Muchos vienen por recomendación de gente que es cliente de años.
9-¿Por qué crees que la gente los elige?
-Más que nada por nuestra trayectoria, ¡tengo clientes que trabajé hasta con sus bisabuelas! Atendí abuelas, madres, hijas, nietas y bisnietas… Hay gente que se fue de Escobar hace 20 años, vuelven y me dicen: “¡Estás todavía!”. Es así, la gente te sigue.
10-¿Cuáles son las tres cosas más pedidas por las mujeres?
-Color, depilación y cama solar. De todo en realidad. Con las que vienen por un 15 o un casamiento empezás por la depilación, seguís por las manos, los pies y el cabello, a veces con color y el peinado.
11-En un caso así, ¿cuántas horas están las chicas produciéndose?
-Si vienen todo el día para desenchufarse, están entre 8 y 9 horas. Cuando son muchas cosas pueden venir en varios días, pero a veces no pueden porque trabajan y dejan todo para el mismo día.
12-¿Vienen hombres también?
-Sí, tenemos hombres que se hacen depilación, pedicuría, manos, masajes… Mucho menos que las mujeres, obviamente, pero vienen.
13-¿Qué día de la semana tienen más trabajo?
-El sábado, no damos abasto. Terminamos a las 9 de la noche.
14-¿Atendiste algún famoso alguna vez?
-Alguna vez sí, gente de Escobar. Como “Larry de Clay” (Raúl Biaggioni), que viene siempre, la señora también, varias modelos que tienen producciones de fotos… pero para mí es lo mismo. Atendemos a todos por igual. Muchos vienen cuando tienen eventos de fin de año.
15-¿Cómo ves a Escobar?
-En la calle Spadaccini tenemos un pozo hace años, lo arreglan cada dos o tres meses y a los 10 días se vuelve a romper. La Rivadavia lo mismo, hay que arreglar mejor. Y ahora está el problema del agua, que no hay. Tuve que comprar un tanque para poder trabajar. Se te corta la luz. Estamos quedados, pero otros la pasan peor, yo pude arreglarme.
16-¿Tenés algún hobbie?
-Me gusta viajar, despejarme, ir al cine. Pero estar en el negocio me renueva.
17-¿Una comida?
-Todas, pero elijo milanesas de pollo con puré de manzana.
18-¿Un color?
-Amarillo
19-¿Qué accesorio no le puede faltar a una mujer elegante?
-Es muy particular, pero siempre tienen que tratar de que le combinen los colores de las cosas que usan.
20-¿Verano o invierno?
-Para salir, el verano; para estar en casa, el invierno.
21-¿Un deseo?
-Que se puedan acomodar las cosas para todos. Cuando la gente está bien en sus trabajos me beneficia, porque la peluquería es lo último en prioridades. Me gustaría que todos puedan venir y no que hagan un sacrificio. Eso es lo que desearía.
Por Javier Rubinstein

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