Henry Sport cumple 50 años

La tienda de trajes y accesorios por antonomasia de Escobar cumple cinco décadas al servicio del público masculino. Su cofundador y dueño, Alfredo González, repasa la historia de un comercio que, pese al paso del tiempo, no pierde el estilo.

Alfredo González tenía tan solo 22 años y ya seis de experiencia en Grandes Sastrerías ARTE de Escobar cuando, al volver del servicio militar, el empresario local Enrique D’Angelo le ofreció abrir un negocio del mismo rubro. “Yo le dije que no tenía plata para invertir y él me dijo que no me hiciera problema por eso. Entonces, después de varios titubeos, acepté pero con dos condiciones: buscar un local que esté bien ubicado y hacer un negocio que se destaque del resto”, cuenta «Fredy» -como todos lo conocen- sobre la génesis de la tienda.

El lugar perfecto fue hallado en la céntrica esquina de Tapia de Cruz y Colón, donde funcionaba una tintorería. Tras la compra de “la llave” y varias remodelaciones, el miércoles 16 de junio de 1965 Henry Sport abrió sus puertas con una inauguración a todo trapo que contó con la presencia estelar de dos ídolos xeneixes, por entonces jugadores, Antonio Roma y Antonio Ubaldo Rattín.

“Ahí nació la historia de la que fue la mejor esquina y el mejor local de ropa de hombre de Escobar. Se hizo un edificio nuevo, con carpintería de petiribí lustrado y cinco vidrieras grandes al frente. Era una hermosura”, recuerda González, quien tras el alejamiento de su socio en 1974 quedó como único responsable del exitoso comercio. Veinte años después, el costoso alquiler hizo que “Fredy” decidiera mudarlo a su propio hogar de Mitre 540, donde aún continúa la tradición.

¿Quién no tuvo una prenda de Henry Sports? “Yo pienso que la gente de Escobar, por una causa o por la otra, siempre ha tenido en su placard algún recuerdo o regalo de este negocio”, contesta su dueño. Y en ese sentido señala “orgulloso” que hoy está atendiendo a “la tercera generación de familias que vienen a buscar un traje, a los nietos de mis primeros clientes”.

Igualmente, confiesa que “se ha perdido el buen gusto”. “Los hombres ya no se arreglan como antes por culpa de la publicidad y las nuevas modas. Vos te parás en la puerta y no vas a ver a nadie con zapatos, y ni hablar de traje; ya ni el empleado del banco trabaja de traje y corbata”, analiza el padre de la criatura.

La crisis de 2001 marcó otro mojón en la historia de Henry Sport: para evitar el cierre, la tienda pasó de la venta al alquiler de trajes y todo tipo de accesorios para fiestas. “Por suerte me va bien, no me puedo quejar. El negocio sigue funcionando y yo vivo de esto desde los 22 años”, revela el siempre elegante “Fredy”, quien al respecto dice que “el ejemplo empieza por casa”.

Henry Sport cumple cincuenta años, una verdadera historia de oro escobarense.

Por Damián Fernández

Comments

comments