“Ser de Escobar es una ventaja”

Con más de cuarenta años de trayectoria en el rubro de muebles y artículos del hogar, Horacio De Franco afirma estar bien parado ante las grandes cadenas y dice que el nivel de consumo es muy bueno. Además, confiesa su pasión por el comercio: “Si no vengo todos los días, me muero”.

Su primer negocio lo puso en Campana: “De Franco y Cía”, se llamaba. Allí estuvo ocho años. Y en 1982 decidió abrir otro en Belén de Escobar: “Vía Hogar”, en 25 de Mayo y las vías. Un año después se mudó al local propio que aún conserva en la misma avenida al 639.

“Tengo una clientela de toda la vida, le estamos vendiendo a los nietos de los que fueron mis primeros clientes, que en aquel momento venían acá a comprar las cosas para casarse. Después le vendí a los hijos y ahora a los nietos, llevamos mucho años”, cuenta Horacio De Franco, haciendo un repaso de sus inicios en el rubro de muebles y electrodomésticos, donde ya lleva 41 años.

En la década del ’80, los comercios que se dedicaban al rubro eran Horacio Campana, Muebles Center, Marruchelli y Sixto. “Después la población se incrementó y también creció la competencia, con cadenas de electrodomésticos y publicidad en los diarios. En esa época cada quince días yo imprimía volantes con ofertas, a pagar por mes, y los repartíamos por todo Escobar. Daban muy buen resultado”, recuerda el reconocido comerciante de la ciudad.

A los 72 años, “el Cabezón” -como se lo conoce cariñosamente- sigue yendo todos los días al negocio, religiosamente, y aunque su hija Andrea es quien está en la atención al público junto a sus empleados, Horacio confiesa que él no puede faltar: “Si no estoy acá me muero, me ocupo de todo, compras, pagos… Esto creció mucho, hoy vendemos hasta zapatillas, sábanas y juguetes. El surtido de mercadería se triplicó”, afirma con entusiasmo.

Es tan amplio el espectro que abarca su comercio, que le cuesta pasar en limpio un ranking de ventas. “Esto es un multirubro, si vendiera platos también saldrían, porque tu cliente se aferra a vos y compra. Por eso hay que tratarlo bien”, explica, con amplio conocimiento en la materia.

La permanencia en el mismo lugar durante más de treinta años y la muy buena ubicación son otras de las claves para que el vecino escobarense siga siendo fiel a De Franco. “Además, estar al lado de un supermercado es una fuente de atracción, entran y salen personas constantemente y miran la vidriera. Eso también es muy relevante”, sostiene.

El negocio trabaja con todas las tarjetas de crédito y también ofrece una línea de préstamos personales. Además de eso, De Franco destaca que su actividad se ve favorecida por los niveles de consumo existentes y acciones del gobierno nacional, como el plan Ahora 12.

“Este es un negocio amigo, trabajamos en base a la amistad, conocemos a las familias. Las grandes firmas esto no lo pueden hacer. Nosotros sí, porque somos nativos de Escobar y es una ventaja”, confiesa Horacio, feliz por su presente y con ganas de continuar muchos años más en un rubro que lo sigue apasionando como el primer día.

Por Javier Rubinstein

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